Estaba en mi casa preguntándome ¿cuándo va a terminar? Me siento tan cansada y solo quiero dormirme, porfíen descansar. De pronto la lavadora terminó de centrifugar, pero no pude levantarme de mi asiento. Yo me encontraba en el sillón frente de la televisión con los ojos totalmente cerrados las tres luces de mi casa prendidas, con los pues sobre la mesa y la televisión al mínimo mientras que las noticias terminaban. De pronto escuche que el bebé suspiro y saco el chupón, en ese momento pude levantarme abrir los ojos e ir a la parte de atrás para tender la ropa.
Mientras que realizaba mi última actividad del día, descubrí que uno marca sus propios límites, nadie en este punto me dijo que me parara del sillón e hiciera mis actividades, ya no es como antes, cuando mamá hacia mis tarea o terminaba mis actividades con las que ya no podía cuando estaba cansada, estaba sola ahora.
Descubrí también que puedo llegar hasta dónde yo me lo proponga. O simplemente no llegar a la escuela porque me quede dormida, sin embargo toda acción viene con una reacción y que si faltaba a clases no solo tendría la gata, sino que también no tendría las actividades y tareas del día y eso podría arruinar el promedio y perder la beca y con ello más consecuencias.
Hasta hoy he descubierto que las metas que nos pongamos debemos establecerlas con nuestros propios límites. Por ejemplo: desearía poder llegar después de la escuela y actividades extra a mi casa y poder después de bañar al bebe poder hacer toda la limpieza de la casa. Sin embargo no es posible pues mi cuerpo no me permite poder hacer todo en un día. Entendiendo lo que debo hacer es fácil establecer mis metas.
Y para terminar el blog, te dejare n consejo y una enseñanza de vida, no hay mayor límite que tu cuerpo, pero si conoces tus capacidades solo es necesario que administres tu tiempo; aún cuando lo tienes dividido en actividades falla, pero no desesperes y jamás dejes de intentarlo.